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Puerta de la transacción

Puerta de la transacción

Ahora llamado Portillo de la Lealtad,
Ahora llamado Portillo de la Lealtad,

Ahora llamado Portillo de la Lealtad, es según la tradición el lugar por el que Vellido Dolfos entró en la ciudad después de haber dado muerte al Rey Sancho II El Fuerte siendo perseguido por El Cid, en el año 1072 durante el episodio del Cerco de Zamora. Es una de las puertas integrantes del primer recinto amurallado y se sitúa en los jardines del Castillo, entre la Catedral y la Iglesia de San Isidoro. Es alta y estrecha, está rodeada de vegetación y se levanta sobre una quebrada, en uno de los tramos más irregulares del perímetro de la muralla y contiene un arco de medio punto. Más que por su valor artístico es recordado por su valor histórico. Actualmente se puede pasar por ella, ya que une una parte de la ciudad con otra y su estado de conservación es perfecto. Del romancero zamorano proviene la historia que marca esta puerta. Se cuenta que, cuando el Rey Don Sancho se encontraba en Zamora, mientras le puso cerco y en la ciudad las condiciones de vida se hacían difíciles, un gallego que se encontraba allí, Vellido Dolfos, salió de la ciudad y se declaró vasallo del rey, quien le tomó bajo su protección. Un día, bajo el pretexto de enseñar al rey una puerta por donde acceder a Zamora y romper su cerco, se alejó con él del campamento sin más compañía. El rey sintió una repentina necesidad y se bajó del caballo para entregarle su daga a Vellido Dolfos, momento en que éste aprovecho para hundírsela en el pecho y emprender una galopada hacia el portillo. El Cid presenció la escapada desde lejos y montó su caballo, pero no logro alcanzarle. El rey murió poco después en el campamento, acusando de su muerte al gallego, y los castellanos, ya sin rey, levantaron el cerco de Zamora.