Descubre la esencia de una ciudad vibrante, donde te espera una noche de descanso y hospitalidad tras un viaje en barco.

Esta localidad, situada en el norte del país africano, es conocida por su rica herencia cultural y su significativa historia. Fundada en el siglo III a.C., ha sido testigo de numerosos cambios de poder, incluyendo la influencia de los fenicios, romanos, vándalos, bizantinos y árabes. En el siglo XV, se convirtió en un importante centro de resistencia contra la ocupación portuguesa, lo que le valió un lugar destacado en la historia de la región. El corazón de esta ciudad es su medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que es un laberinto de calles estrechas y mercados bulliciosos, donde los artesanos practican oficios transmitidos a través de generaciones. Los visitantes pueden admirar la arquitectura andalusí, con sus patios ornamentados y fuentes, que reflejan la influencia de los moriscos que se asentaron aquí tras su expulsión de España en el siglo XVII. Además, esta urbe fue un punto de encuentro diplomático, especialmente durante el protectorado español en el siglo XX, lo que ha dejado un legado de edificios de estilo colonial que se mezclan con la arquitectura tradicional. La mezquita de Sidi Bou Abib, construida en 1917 y famosa por su minarete de azulejos verdes, es un ejemplo emblemático de la fusión de estilos arquitectónicos que caracteriza a la ciudad. La gastronomía local también es un reflejo de su diversidad cultural, ofreciendo platos que combinan sabores árabes, mediterráneos y africanos. Los platos típicos incluyen el cuscús, el tajín y la pastela, que son parte integral de la experiencia culinaria en esta región. En el ámbito educativo, la ciudad alberga una de las universidades más antiguas del país, que ha sido un centro de aprendizaje y erudición durante siglos. La institución sigue siendo un importante centro de estudios islámicos y de la lengua árabe. La influencia cultural de esta ciudad se extiende más allá de sus fronteras, con una diáspora que ha llevado su música, su arte y sus tradiciones a otras partes del mundo. Los festivales culturales y las celebraciones religiosas, como el Moussem de Moulay Abdessalam Ben Mchich, atraen a visitantes y peregrinos de todo el país y del extranjero, lo que contribuye a la vitalidad y al dinamismo de la ciudad.