Descubre una ciudad de casas blancas y tonos añiles, ubicada en la montaña del Rif occidental.

Enclavada en las estribaciones de las montañas del Rif, esta pintoresca localidad es conocida por sus edificaciones de tonalidades azules que se entremezclan con el paisaje montañoso. Fundada en 1471 como una pequeña fortaleza, que aún hoy se puede visitar, esta ciudad fue un importante bastión en la resistencia contra la invasión portuguesa. A lo largo de los siglos, ha sido un crisol de culturas, acogiendo a poblaciones moriscas y judías expulsadas de España, lo que ha dejado una huella indeleble en su arquitectura y tradiciones. Las sinuosas callejuelas de esta urbe están salpicadas de tiendas de artesanía, donde los visitantes pueden adquirir productos locales como tejidos y cerámica. Los tonos azules que adornan sus muros tienen un origen práctico y simbólico, ya que se cree que sirven para repeler los mosquitos y representar el cielo y el paraíso. Este lugar también es famoso por su casco antiguo, que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad, y por su legado en la historia de la resistencia y la independencia, siendo un refugio para los rebeldes durante la época colonial. La gastronomía de la zona refleja su rica historia cultural, con influencias que van desde la cocina bereber hasta la andalusí. Los visitantes pueden degustar platos tradicionales en los numerosos restaurantes y cafés que se encuentran en plazas y rincones con encanto. La hospitalidad de sus habitantes es otro de los tesoros de esta localidad, que invita a los viajeros a sumergirse en un ambiente de tranquilidad y belleza.