Disfruta de un recorrido por el casco histórico y sumérgete en las famosas termas, orgullo de la región termal gallega.

Esta ciudad, ubicada en el noroeste de España, es conocida por su rica herencia termal, con aguas que brotan a altas temperaturas y que han sido aprovechadas desde tiempos de los romanos, dejando un legado de balnearios y pozas que aún hoy son un atractivo para visitantes en busca de relajación y bienestar. Su casco histórico se caracteriza por calles empedradas y monumentos arquitectónicos de gran valor, como la catedral, que es un ejemplo destacado del románico en la región y alberga un cimborrio y un pórtico de gran belleza. A lo largo de los siglos, esta urbe ha sido testigo de diversos acontecimientos históricos, incluyendo su papel durante la Reconquista y su posterior desarrollo en la Edad Media, lo que se refleja en su arquitectura y urbanismo. Los puentes que atraviesan el río que la cruza son también parte de su patrimonio, con el Puente Romano siendo uno de los más emblemáticos, un vestigio de la importancia de esta vía de comunicación en épocas pasadas. La gastronomía es otro de los pilares de su identidad cultural, con platos típicos que reflejan la riqueza de los productos locales y la tradición culinaria de la región. Festividades como las fiestas patronales y ferias medievales atraen a numerosos visitantes y son una muestra viva de la cultura y el folclore local. La combinación de su patrimonio histórico, cultural y natural convierte a esta ciudad en un punto de interés para aquellos que buscan sumergirse en la historia y la cultura de esta parte de España.