Descubre la esencia modernista con un paseo guiado por el centro, admirando obras de Lluís Domènech i Montaner y conociendo figuras históricas locales.

Esta localidad, situada en la comarca del Baix Camp, es conocida por su rica herencia arquitectónica y su significativa contribución a la historia del modernismo. Nacida en la época romana, alcanzó gran prosperidad durante la Edad Media gracias a la producción de vino y aguardiente, lo que impulsó su desarrollo económico y cultural. En el siglo XIX, se convirtió en un importante centro de la industria textil y del aguardiente, lo que atrajo a comerciantes y artesanos, enriqueciendo su tejido social y urbano. El legado arquitectónico de este enclave es notable, con obras de Lluís Domènech i Montaner, uno de los principales representantes del modernismo catalán. Entre sus edificaciones más emblemáticas se encuentra un teatro, inaugurado a finales del siglo XIX, que es un claro ejemplo de la arquitectura modernista de la época y que sigue siendo un centro cultural vital para la región. Además, el nacimiento de un célebre arquitecto, cuyo trabajo ha sido reconocido mundialmente y que ha dejado una huella imborrable en la ciudad de Barcelona, añade un valor histórico y cultural adicional a esta localidad. La tradición vinícola también ha dejado su marca en la cultura local, con bodegas históricas que aún conservan su actividad, perpetuando el legado de siglos de producción vitivinícola. Este patrimonio se celebra anualmente con festividades que atraen a visitantes y refuerzan la identidad de la comunidad. La combinación de su rica historia, su patrimonio arquitectónico y su vibrante vida cultural hacen de esta ciudad un punto de referencia en la región.