Descubre el "guardián del Perigord negro", un enclave entre los más bellos de Francia, destacando su imponente castillo.

Enclavado en el corazón de la región de Dordoña, este emblemático sitio se alza majestuoso sobre un promontorio rocoso, ofreciendo vistas panorámicas del río Dordoña. Su imponente fortaleza medieval, que data del siglo XII, es un testimonio de las luchas feudales y de la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra. La arquitectura del lugar refleja la evolución de las técnicas defensivas a lo largo de los siglos, con sus robustas murallas, torres de vigilancia y un imponente donjon. El interior del recinto amurallado revela una rica colección de armas y armaduras de la época, así como reconstrucciones de máquinas de asedio que ilustran la ingeniería militar de la Edad Media. Los visitantes pueden explorar las estancias que alguna vez albergaron a nobles y soldados, sumergiéndose en la atmósfera histórica que aún pervive entre sus muros. A lo largo de los años, este lugar ha sido cuidadosamente restaurado para preservar su autenticidad y su importancia histórica. Las intervenciones han permitido que continúe siendo un testimonio vivo de la arquitectura feudal y un centro de aprendizaje sobre la vida en la Edad Media. Además, su posición estratégica, que en tiempos pasados servía para la vigilancia y defensa, hoy brinda a los visitantes una oportunidad única para contemplar el paisaje fluvial y los valles circundantes, marcados por la tranquilidad y la belleza natural.